Etimología
La palabra wicca
aparece por primera vez en las obras de Gerald Gardner, aunque según estudios más contemporáneos, como el realizado por Sorita d'Ese y David Rankine, muestran que esa palabra puede
ser rastreada a un tiempo anterior al de Gardner. El autor utiliza el término como adjetivo para referirse a los practicantes de brujería, «los wica», y no a la religión, a la que
alude como «brujería» (nunca wicca). Las raíces de este término se han rastreado en inglés antiguo, en conexión con las palabras wicca (pronunciado "buicha") para brujo masculino, y
wicce ("buiche") para femenino, que son los predecesores del moderno witch (‘brujo’ o ‘bruja’ en inglés). A la etimología de la palabra inglesa witchcraft (‘brujería’) se le han dado
interpretaciones como craft of the wise (el arte/oficio de los sabios) y, con el mismo sentido, craft of the wicca. Otro nombre muy extendido es simplemente the craft (‘el arte’).
También se utiliza el término «religión antigua».
La palabra wicca, para
referirse a la religión en sí misma, empezó a adoptarse a partir de los años setenta, especialmente en Estados Unidos, como un modo de evitar las connotaciones negativas de la palabra
«brujería» y para diferenciarse de otras ramas de la brujería tradicional no gardneriana.
En la actualidad, con
el desarrollo de las sendas paganas, neopaganas y una aceptación mayor, diversos autores y estudiosos, como por ejemplo Isaac Bonewits, prefieren utilizar términos más acordes como
«brujería neopagana» o «brujería moderna».
Creencias y conceptos
principales
Las creencias difieren
mucho entre practicantes individuales y entre las distintas tradiciones, ya que no existe una organización centralizada que establezca la «ortodoxia». El nexo compartido está en los
conceptos religiosos y éticos básicos, así como la forma estructural básica para los rituales o celebraciones festivas. Estos son elementos clave de las enseñanzas tradicionales y de
las obras publicadas, que suelen dar un esbozo de estas materias generales.
En las formas
tradicionales de wicca se utiliza el texto religioso denominado Libro de las sombras, mantenido en secreto excepto para los iniciados y pertenecientes a dicha tradición. Similar a un
grimorio, es un compendio de los conocimientos y rituales concernientes a la tradición concreta, aunque gran parte de las enseñanzas siguen siendo orales. Se han propuesto en estas
décadas diversos Libros de sombras públicos, como por ejemplo el editado por Lady Sheba (apodo de la autora Jessie Wicker Bell) en 1970. Algunos textos publicados originalmente por
Doreen Valiente han tenido gran acogida, como la Rede Wicca o El encargo de la diosa'', que son adoptados por los practicantes.
Como contraste, en las
formas eclécticas se utiliza el Libro de sombras de una forma dinámica, como «diario», recopilación de información a medida que se aprende, experiencias, reflexiones, etc.
Wicca tradicional y
Wicca ecléctica
Ésta es la división en
cuanto a práctica y creencias dentro de la wicca.
En las tradiciones con
linaje o wicca tradicional conocida como BTW (derivadas de iniciados por el propio Gerald Gardner) se considera que la religión es una variedad más de brujería pagana, con prácticas,
creencias, estructura organizativa e iniciática específicas. Constituye una sociedad secreta y exclusiva de brujería, a la que se tiene acceso mediante la iniciación por otro miembro,
y con las sucesivas «iniciaciones» o grados se avanza en el conocimiento de la religión.Las personas iniciadas se convierten en sacerdotes/sacerdotisas de los antiguos
dioses.
La wicca ecléctica
deriva de la wicca tradicional. En estas ramas se han adaptado en general estructuras rituales y principios éticos muy parecidos a la wicca tradicional, a partir del material
publicado y de las aportaciones de los diferentes autores wiccanos (muchos de ellos tradicionales) que han creado sus propias tradiciones. En la comunidad ecléctica la jerarquía tiene
un papel menos importante. Algunos wiccanos eclécticos no se consideran brujos ni practican magia.
Hay que distinguir el
concepto de «wiccano ecléctico» (persona que no se adscribe a ninguna tradición concreta de wicca) que en los países de habla hispana suele solaparse o confundirse con el concepto de
«wicca solitaria» (personas que practican y estudian por su cuenta).
La wicca no es
proselitista ni busca adeptos. Es más, los grupos iniciáticos pueden denegar la entrada a personas que no cumplan con los requisitos mínimos que significa ser iniciado, es decir,
convertirse en sacerdote o sacerdotisa y afrontar las responsabilidades que esto conlleva.
Los dioses
Para muchos
practicantes esta religión gira en torno a dos dioses principales, el Dios y la Diosa, que encarnan las fuerzas de la naturaleza y corresponden a la mitología asociada a los cultos de
la fertilidad. El Dios y la Diosa son observados como polaridades complementarias cuyo balance expresa la misma polaridad masculino-femenina que puede verse en la naturaleza. En
algunas ocasiones son simbolizados con el Sol y la Luna; por estas asociaciones lunares, la Diosa es concebida en un aspecto de Triple Diosa como «Doncella», «Madre» y «Anciana». Para
muchos wiccanos, la Diosa tiene un papel preeminente al ser la que todo lo concibe. El Dios Astado es la chispa de la vida dentro de Ella, al mismo tiempo que amante e hijo de la
Diosa. Muere y renace en cada ciclo anual, como representación de las cosechas. La Señora de la Vida mantiene un ciclo mensual relacionado con las fases lunares.
Símbolo del dios
Astado.Según Gardner, las divinidades veneradas en la wicca son antiguos dioses indígenas de las Islas Británicas: un Dios Astado de la caza, la muerte y la magia, que gobierna en el
Otro Mundo; y una Gran Diosa Madre, que otorga la vida y la regeneración después de la vida. Del mismo modo, aconseja que los brujos que no sean británicos busquen las conexiones con
los dioses aborígenes de su territorio.[7] En las ramas tradicionales, los nombres exactos de los dioses siguen siendo parte del secreto iniciático y no han sido publicados en ningún
libro. En estos años, se han sugerido algunos nombres públicos genéricos, como Cernunnos y Aradia.
Una creencia clave en
wicca es que los dioses pueden manifestarse de manera personal y corpórea, siendo la más importante a través del cuerpo de sus sacerdotes y sacerdotisas. Esta manifestación es el
objetivo del ritual de «bajar la Luna» o «bajar el Sol» donde se invoca a la Diosa para que descienda al cuerpo de la sacerdotisa (o al Dios en el sacerdote) para llevar a cabo la
«posesión divina».
Por otra parte, la
relación exacta con los dioses y el entendimiento de éstos es parte de la experimentación individual de cada sacerdote/sacerdotisa. Por ello se han desarrollado diferentes variantes
de interpretación en estas décadas: algunos wiccanos son politeístas, ya que los diferentes dioses mitológicos además de los dioses de la wicca son vistos como independientes y
personalizados entre sí. Otros los interpretan como «formas de pensamiento», o incluso «arquetipos» (según el famoso psicólogo Jung) que encarnan diferentes fuerzas
naturales.
En la Comunidad
Ecléctica está muy extendida una concepción puramente diteísta de la religión, considerando sólo dos grandes figuras genéricas, la Diosa (de la Luna, la tierra y el mar) y el Dios
(del bosque, la caza y los animales). Las parejas mitológicas de diferentes panteones encarnarían los rostros del Dios y la Diosa. También se ha hecho muy popular una especie de
politeísmo suave, en el que los diferentes dioses y diosas de todas las culturas son vistos como facetas de esta pareja divina, tengan o no conexión con los conceptos de fertilidad y
dioses que representan.
También hay una
concepción monoteísta, siendo la Diosa la figura principal para algunas tradiciones, por considerarse como completa en sí misma. A los conceptos feministas, se han unido conceptos
inspirados en teorías sobre las grandes diosas neolíticas y sobre las sociedades matriarcales (como las hipótesis de Marija Gimbutas), dando paso a una corriente aparte denominada
«religión de la diosa». En la wicca también hay un componente de animismo, ya que se considera inmanentes a los dioses; la naturaleza es sagrada en sí misma como manifestación de la
divinidad.
Festividades
Los wiccanos tienden a
seguir con preferencia los ciclos lunares y celebran 21 fiestas anuales; 8 sabbats o festividades de estación y semi-estación y 13 esbats o lunas llenas al año.
Cualquier actividad
relacionada con la luna es un esbat, que implica la reunión de los wiccanos para celebrar alguna fase lunar, dentro de las cuales la más popular es el de plenilunio. Los sabbats, en
cambio, son celebraciones que dependen de los ciclos solares y de la relación sol-tierra. Dentro de las festividades de estación se distinguen dos tipos: mayores (referidos a los
cambios más importante en la Tierra y, por ende, en la tribu) y, menores (los equinoccios y solsticios).
Sabbats
1. Samhain: (31
de octubre: Hemisferio Norte / 1 de mayo: Hemisferio Sur)
Conmemora la muerte del
dios y su viaje al Otro Mundo, mientras la diosa llora su muerte. Es la noche en la que los wiccanos recuerdan a sus ancestros y antepasados. Se dice que debido al viaje del dios, las
leyes mundanas del tiempo y el espacio están temporalmente suspendidas y la barrera entre los mundos desaparece. Comunicarse con los antepasados y espíritus de fallecidos es fácil
para este tiempo. Además se considera Samhain como punto de inflexión y comienzo del año wiccano, el fin del ciclo de la vida, donde todo vuelve a comenzar.
2. Yule: (20-23
de diciembre: H. Norte / 20-23 de junio H. Sur)
Solsticio de invierno.
Nacimiento del dios. Coincide con el comienzo de la elevación del Sol y la espera de la primavera. La vida comienza a brotar y a renacer lentamente en la tierra
3. Imbolc: (2 de
febrero H.N. / 1 de agosto H.S.)
Se bendicen las
semillas. Es el festival de la doncella, que se prepara para su crecimiento. Se celebran las primeras señas de que la primavera se está acercando. También conocido como «fiesta de las
luces».
4. Ostara:
(20-23 de marzo H.N. / 20-23 de septiembre H.S.)
Equinoccio de
primavera. Llega la primavera, y el dios se enamora de la diosa, mientras la naturaleza se renueva. Los rituales conmemoran la fertilidad creciente de la tierra.
5. Beltana: (1
de mayo H.N. / 31 de octubre H. S.)
Se celebra la unión del
dios y la diosa, el período máximo de fertilidad. Además es importante en esta fiesta el fuego, pues Beltane significa ‘el fuego de Bel’ (dios Sol). Estos festejos fueron duramente
desaprobados por la iglesia cristiana, por creer que promovían el libertinaje.
6. Lítha: (20-23
de junio H. N. /20-23 de diciembre H. S.)
Solsticio de verano. Es
el día más largo del año, en el que el dios alcanza su máximo poder, antes de empezar a debilitarse. Es homenajeado con hogueras por la noche.
7. Lughnasadh o Lammas: (1 de agosto H. N. / 2 de febrero H. S.)
Lughnasadh quiere decir
«los juegos de los funerales del dios» Lugh. Es la fiesta de la primera cosecha, la recolección e inicio de la muerte simbólica del dios. Los rituales sirven como recordatorio para
propiciar una buena cosecha.
8. Mabon:
(20-23 de septiembre H. N. / 20-23 de marzo H. S.)
Equinoccio de otoño. El
día y la noche tienen la misma duración. La diosa llora a su consorte mientras envejece. La tierra se prepara para la ausencia del dios. Es un buen período para la
meditación.
Tradiciones
wiccanas
Una tradición en wicca
implica normalmente la transferencia de un linaje mediante iniciación. También hay practicantes que no se adhieren a una tradición en particular. Existen también muchas otras
tradiciones de brujería europea que no tienen relación con wicca ni ninguna de sus ramas. En algunos casos, son renacimientos contemporáneos de tradiciones europeas de brujería con
fuentes distintas y mejor identificables que las influencias ceremoniales gardnerianas, e históricamente enfrentados a las aportaciones de Gardner.
Por la aparición de las
corrientes wiccanas eclécticas (sobre todo a partir de los años 70) el sentido de tradición varía. Más que el linaje, conformar una «nueva» tradición de wicca se basa en un conjunto
característico respecto a las creencias concretas, la forma de realizar los rituales, la manera de enseñanza, etc. Con una derivación en mayor o menor grado del sistema desarrollado
por Gerald Gardner para la práctica de la brujería.
Luigi